Transparencia
Vilma Ibarra [email protected] | Miércoles 07 septiembre, 2011


Hablando Claro
Transparencia
Por definición, la transparencia es una propiedad óptica de la materia. Se habla de transparencia cuando la luz pasa fácilmente a través de la materia. Transparencia y luz van de la mano. Tanto como opacidad y oscuridad. Por supuesto, esta no es una clase de física o castellano. Es solo un acercamiento básico para entender ese sustantivo democrático que es la transparencia.
Adhiero al efecto la definición del portal del Estado mexicano de Chiapas que señala la transparencia como el acto de ventear permanentemente la información gubernamental al escrutinio público. Permanente es un calificativo propio en esta definición, que no admite temporalidades porque no se refiere a la transparencia como un acto de rendición de cuentas a fin de un proceso indagatorio o de un periodo cualquiera fijado al arbitrio o según calendarios y rituales conmemorativos, sino a una praxis cotidiana que coloca de nuevo permanentemente “la información gubernamental en la vitrina pública, para que la gente pueda revisarla, analizarla y en su caso, usarla como mecanismo de sanción”.
He aquí el meollo de la cuestión. En nuestra experiencia profesional como comunicadores, nos encontramos todos los días con funcionarios y funcionarias que están convencidos de que la transparencia es un acto de respuesta. A veces ciertamente incluso de respuesta tardía y no un ejercicio habitual, abierto e inquebrantable de ventilar la gestión cotidiana del quehacer institucional. Confieso que nos sigue sorprendiendo la enorme falta de comprensión básica que priva en los responsables políticos y de la comunicación de nuestras entidades para asimilar la dimensión de la transparencia, así como su incidencia en la credibilidad democrática.
En el contexto de un debate respetuoso, necesario e insoslayable sobre los alcances de la transparencia, no puedo coincidir con la Dra. Ileana Balmaceda, Presidenta Ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, quien dijo que algunos podríamos “confundir silencio temporal con falta de transparencia”. El silencio temporal no abona nunca a la transparencia. Entiendo que en términos legales probablemente el silencio temporal pueda hacer parte del debido proceso en un caso de investigación. Pero en contextos comunicativos plenamente abiertos (hoy más que nunca es así) el silencio temporal es al menos pecado de omisión. Las exigencias de nuestra época hablan de la transparencia de modo muy distinto respecto de cómo se entiende en la CCSS. Pero también seamos francos en muchas otras instituciones estatales.
Vilma Ibarra
NOTAS ANTERIORES

Nuestra felicidad depende de la libertad y del apoyo social. Depende del PURA VIDA. No la perdamos
Lunes 21 abril, 2025
Hace pocas semanas se presentó el Reporte Mundial de Felicidad 2025 (World Happiness Report 2025) que se produce desde 2013

Un legado del Papa Francisco: Laudato Si' como brújula para la sostenibilidad
Lunes 21 abril, 2025
La noticia del fallecimiento del Papa Francisco este lunes 21 de abril nos invita a reflexionar sobre uno de sus legados más trascendentales: su visión...

Cuando dicen que sí
Viernes 18 abril, 2025
Aprobado. Esa es la respuesta que en algunas ocasiones la junta directiva o la gerencia general de una empresa le da a quienes presentan una propuesta

Ensayos breves
Jueves 17 abril, 2025
Dos años después de haber publicado mis Memorias en junio de 2023 el destino me llama nuevamente a dar a conocer un nuevo libro que he titulado de Ensayos