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Martes, 4 de marzo de 2025



NACIONALES


Avanzar con proyecto de ley para proteger sitios naturales de una actividad que podría ser incontrolable es lo que pide el sector turismo

Regular toldos y sillas en playas evitaría crecimiento descontrolado y saturación

Frente Amplio y organizaciones civiles se oponen y denuncian que se trata de una nueva forma de gentrificación

Esteban Arrieta [email protected] | Martes 04 marzo, 2025


“Se debe evitar que la playa se llene de vendedores y prestadores de servicios sin control y genere un ambiente caótico y desordenado”, según Maricruz Pereira, vocera de Proimagen. Cortesía/La República.
“Se debe evitar que la playa se llene de vendedores y prestadores de servicios sin control y genere un ambiente caótico y desordenado”, según Maricruz Pereira, vocera de Proimagen. Cortesía/La República.


Para evitar que la colocación de sillas, toldos y mesas para masaje crezca de manera descontrolada en las playas, urge que los diputados aprueben una legislación que regule esta actividad, según líderes del sector turismo consultados por LA REPÚBLICA.

Lea más: (Video) Ariel Robles alerta de más gentrificación con proyecto que regula toldos y sillas en zona marítimo-terrestre

No obstante, para ello también se deben realizar estudios para determinar la cantidad máxima de mobiliario que una playa podría albergar y, de esta forma, evitar que se dé una saturación.

Y es que no hacer nada, es cerrar los ojos ante una realidad que ha venido creciendo en el país en los últimos años.

“Es importante que cualquier regulación considere la capacidad de carga de cada playa y las particularidades de cada una de ellas, evitando que, contrario a su propósito, se convierta en un problema. Creemos que debe hacerse mediante un proceso de construcción participativo. Para ello, es imprescindible crear un diálogo abierto”, dijo Shirley Calvo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo.

Mientras tanto, Bary Roberts, presidente del Centro de Estudios del Turismo (CET) y empresario turístico con 55 años de experiencia, alertó que estas actividades se realizan de manera informal, lo que puede generar desorden, competencia desleal y posibles impactos ambientales negativos.

En ese sentido, destacó que una ley proporcionaría un marco legal claro que permitiría a las municipalidades controlar y supervisar estas actividades, asegurando que se desarrollen de manera ordenada y sostenible.

“Además, formalizar estas actividades podría contribuir a la reactivación económica de las comunidades costeras, especialmente después de los desafíos impuestos por la pandemia del COVID-19 (…) Pienso que hoy día existe el riesgo de que las playas se saturen de este mobiliario, pero el riesgo es mayor sin una regulación adecuada, lo cual podría afectar la experiencia de los visitantes, la población local y el entorno natural”, dijo Roberts.

Lea más: Privatización de la zona marítimo-terrestre es rechazada por 70 organizaciones

El plan, impulsado por los legisladores del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Carlos Felipe García y Carlos Andrés Pérez Robles, busca ordenar una situación que ya se vive en las zonas costeras y, al mismo tiempo, generar empleo y formalizar a las personas que se dedican a estas actividades.

Sin embargo, la propuesta tiene el potencial de convertirse en una nueva forma de gentrificación, de acuerdo con los legisladores del Frente Amplio y unas 70 organizaciones civiles, quienes señalan que la propuesta de ley modificaría el dominio público de las playas y, con ello, solo los turistas, nacionales o extranjeros, que puedan pagar por los servicios tendrían acceso a las playas.

“La implementación de un sistema de permisos precarios constituye, de facto, una privatización material del espacio público, ya que establece un mecanismo que favorece la apropiación del espacio público por parte de actores económicamente privilegiados, generando una barrera de acceso para la población general.

La iniciativa apenas arranca debate en la Comisión de Zonas Especiales; sin embargo, sí llama la atención en medio de un contexto de gran denuncia sobre la gentrificación en Costa Rica a través de las redes sociales y medios de comunicación en los últimos meses”, expresó Henry Picado, vocero de Fecon.

De hecho, una investigación de la Universidad Nacional reveló que un 86,8% de los ticos cree que los extranjeros “se están apropiando de terrenos en zonas costeras”, mientras que un 78,1% extiende esta preocupación hacia terrenos al interior del país.

“Quiero que vean este proyecto con el rostro humano verdadero y no con la letra muerta (…) No estamos cerrando la zona pública ni el libre tránsito, le estamos dando condiciones y comodidades al turista, a la vez que ordenamos una situación que se puede salir de control. Estamos hablando solo de un porcentaje de la zona marítimo-terrestre, para instalar mobiliario de manera temporal, ya que al llegar la tarde se retiraría de la playa. Esta dinámica generaría empleo para el pobre, Costa Rica merece avanzar en esta materia”, dijo Pérez Robles.


¿Es necesaria la regulación?


El sector turismo considera necesario que Costa Rica regule la colocación de toldos, sillas y mesas para masajes en las playas, ya que solo así se evitaría una masiva y descontrolada ocupación. No obstante, advierten que se deben poner límites para evitar una saturación, a la vez que ecologistas y diputados como Ariel Robles advierten que se trata de una nueva forma de gentrificación y, por ello, se oponen rotundamente al proyecto.

Rodolfo Lizano

Director de Estrategia
ICT

El establecer una regulación es necesario porque estas prácticas se están dando sin supervisión. Desde el punto de vista estrictamente técnico, es incorrecto pretender otorgar permisos que impliquen limitaciones a la libertad de tránsito en la zona pública de la Zona Marítimo-Terrestre (ZMT), en especial cuando no existe una concesión dada para referenciar o delimitar un área máxima sobre la cual otorgar dicho permiso.

El proyecto lo que pretende es demarcar un área límite máxima para otorgar estos permisos, así como el uso de mobiliario e implementos que sean livianos y fácilmente removibles, precisamente para evitar ocupaciones descontroladas y abusivas.

Shirley Calvo

Directora Ejecutiva
Cámara Nacional de Turismo

Actualmente, estas prácticas se realizan sin control, lo que genera una afectación al libre tránsito, la experiencia turística y el adecuado aprovechamiento del espacio público. Consideramos que es importante contar con una normativa clara, amplia y explícita que regule el uso de este tipo de elementos en playas y que, a su vez, garantice un ordenamiento, la protección de la zona pública y los ecosistemas.

Es importante que cualquier regulación considere la capacidad de carga de cada playa y las particularidades de cada una de ellas, evitando que, contrario a su propósito, se convierta en un problema. Creemos que debe hacerse mediante un proceso de construcción participativo. Para ello, es imprescindible crear un diálogo abierto con el fin de escuchar voces expertas con criterios técnicos, a la comunidad, a las municipalidades, para lograr la mejor regulación posible.

Ariel Robles

Diputado
Frente Amplio

Vayan a las montañas de nuestro país. Vayan a Pérez Zeledón, vayan y vean en La Fortuna de San Carlos, vayan a ver las costas de este país, en Guanacaste, Puntarenas y Limón. Están vendiendo en pedazos nuestro país. Están vendiendo las montañas, las playas las están privatizando, la gente ya no puede ir al río a bañarse en una poza porque la sacan. Esa es la realidad de Costa Rica.

Yo no quiero que a Costa Rica le pase lo que le pasó a Hawái. Hoy, Costa Rica entera pareciera que tiene un rótulo encima que dice: “Costa Rica se vende”.

Y esa es la realidad en la que están viviendo muchísimas personas. Quitar el espacio de las playas, de la zona marítimo-terrestre, para poner sillas y toldos que solo pueden pagar algunas personas no lo podemos permitir. Eso es otra forma de gentrificación que ya se hizo en Cancún, Puerto Rico y Hawái.

Henry Picado

Vocero
FECON

La implementación de un sistema de permisos precarios constituye, de facto, una privatización material del espacio público, ya que establece un mecanismo que favorece la apropiación del espacio público por parte de actores económicamente privilegiados, generando una barrera de acceso para la población general.

Por otra parte, la ocupación extensiva mediante mobiliario comercial representa una alteración sustancial del ecosistema costero y del paisaje natural, elementos que constituyen patrimonio nacional según nuestra legislación ambiental. La experiencia histórica en la gestión de la zona marítimo-terrestre demuestra las limitaciones institucionales para ejercer un control efectivo sobre las actividades comerciales en estas áreas.

La protección de nuestras costas no debe subordinarse a intereses comerciales particulares.

Maricruz Pereira

Vocera
Proimagen

En PROIMAGEN Costa Rica creemos que es necesario regular esta actividad para evitar que se salga de control y garantizar un equilibrio.

Se debe evitar que la playa se llene de vendedores y prestadores de servicios sin control y genere un ambiente caótico y desordenado.

Se debe evitar que la playa se llene de vendedores y prestadores de servicios sin control y genere un ambiente caótico y desordenado.

Por otro lado, es importante que cualquier persona pueda disfrutar del espacio sin sentirse desplazada o presionada a consumir servicios.

En Guanacaste, se ha estado conversando sobre la necesidad de regular las actividades comerciales en la zona marítimo-terrestre. Esta regulación es clave para garantizar un desarrollo turístico equilibrado, pero debe diseñarse de manera inclusiva, tomando en cuenta las necesidades de las comunidades locales y la protección de nuestros recursos naturales.



Ticos creen que extranjeros se apropian de zonas costeras


Una preocupación creciente entre los costarricenses pone de relieve el impacto de los extranjeros en las zonas costeras del país, según revela un estudio del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la Universidad Nacional (UNA) (cifras en porcentaje, según encuesta realizada entre julio y agosto del 2024. La medición tiene un margen de error de 3,5%).

Afirmación No
Se están apropiando de terrenos en zonas costeras 86,8 13,2
Se están apropiando de terrenos en zonas en el interior del país 78,1 21,9
Encarecen el valor de las propiedades afectando a población local 76,9 23,1
Encarecen el costo de la vida, afectando a población local 66,2 33,8


Números del turismo


El turismo es uno de los principales motores de la economía costarricense, moviendo miles de millones de dólares y generando miles de empleos al año (Cifras del Instituto Costarricense de Turismo).

$5.434 millones

Las divisas que dejó el sector al país en 2024



$682

El crecimiento de las divisas entre 2023 y 2024



183.016

La cantidad de empleos directos, siendo la cifra más alta desde el 2010



20 mil

nuevos puestos de trabajo entre 2023 y 2024


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