El alto costo de cambiar Diriamba por Tibás
Gaetano Pandolfo [email protected] | Miércoles 05 marzo, 2025
Ser director técnico del Deportivo Saprissa es toda una tentación.
José Giacone estaba tranquilo en Nicaragua, dirigía exitosamente al Diriangén, lo hizo campeón, lo clasificó a los torneos oficiales de la Concacaf, gozaba de la confianza de la dirigencia del club, contaba con el apoyo de los fanáticos y ganaba buena “platita”.
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En octubre del año anterior, le llegó la oferta para dirigir al Deportivo Saprissa, que había destituido a Vladimir Quesada.
Don Pepe no lo pensó mucho, conversó con su hermano Diego, llegó a un mutuo acuerdo con los dirigentes del Diriangén y regresó a Costa Rica para incorporarse como nuevo timonel del Monstruo.
Los hermanos Giacone cambiaron la paz de la cálida Diriamba por el infierno de Tibás, que alzó en llamas contra el nuevo cuerpo técnico, cuando perdió la final por el título con Herediano y se les escapó el pentacampeonato.
Semanas después, un humillante repechaje los clasifica a la Copa de Campeones de la Concacaf, pero son eliminados por las “gorras blancas” del Vancouver.
De regreso a casa, el Cartaginés los derrota en el Fello Meza, los lanza al abismo y el revés, desciende a los morados al sexto lugar de la clasificación en el Clausura.
Juan Carlos Rojas, presidente de Horizonte Morado pierde la paciencia y destituye a don José y a todo su cuerpo técnico.
Y es que el juego del fútbol es ingrato.
Si los remates de David Guzmán y de Kendall Waston, en lugar de pegar en los postes del marco defendido por el japonés Yohei Takaoka, pegan en los cordeles, Saprissa se trae de Vancouver la clasificación a los octavos de final de la Copa y José Giacone se afianza en su puesto.
En el Fello Meza, ganando el Monstruo 1-0 con anotación de Guzmán, la torre humana Waston desaprovecha dos ocasiones de gol propicias que sí entran, le dan a los morados ventaja 3-0. Si Saprissa regresa de Cartago con victoria, a Giacone no le cortan la cabeza.
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Nada de eso sucedió, don Pepe cayó en la tentación de cambiar al Diriangén por el Saprissa y ahora está sin trabajo y todo parece indicar que su colega Paulo César Wanchope, igual sucumbe a la tentación de entrenar al Saprissa y renuncia a un puesto mucho más cómodo como asistente de Miguel Herrera en la Selección Nacional.
Repasando lo sucedido a Medford, Jeaustin, Paté, Vladimir y ahora a Giacone como técnicos del Saprissa, no deja de ser complicado comprender la decisión de Wanchope.