Logo La República

Jueves, 20 de febrero de 2025



COLUMNISTAS


Las críticas y las soluciones

Carlos Denton [email protected] | Miércoles 19 febrero, 2025


Casi todos los costarricenses adultos poseen la capacidad de explicar coherentemente los problemas del país –corrupción en el gobierno, inseguridad ciudadana, falta de agua en los barrios, transporte público muy deficiente, esperas en el Seguro, educación mediocre, y, desde luego, el alto costo de la vida. Ahora aparecen los candidatos a la presidencia de la República con definiciones muy correctas de los desafíos y en casi todos los casos ofreciendo resolver si no todos por lo menos los más importantes. No dicen cómo lo harán.

El público los escucha y en su corazón sabe que probablemente no puedan hacer mucho y finalmente, por creer en los procesos democráticos, votarán en febrero por alguno. La razón por escoger uno y no otro finalmente no tendrá nada que ver con los problemas y sus posibles soluciones. En 2018 al fin se escogió el que tenía una posición más favorable de los derechos de las comunidades LGBTIQ, y en 2022 era porque a un candidato lo percibían de mal carácter y al otro no tanto.

Peor todavía, el ganador (o ganadora) entenderá los problemas en sí, pero habrá uno que no contempló durante su larga y ardua campaña – lo complejo que es la estructura gubernamental y lo difícil que es cambiar cualquier componente para mejorar servicio o ponerlo a servir al pueblo. Tenía unas ideas que pudieran servir para resolver algunos de los desafíos, pero de inmediato se da cuenta que no funcionarán. La revelación les llegará cuando conversan con personas de alto rango del servicio civil.

Cuando había partidos políticos y los que ocupaban el puesto en Zapote gozaban de tener unos 25 o más diputados a su orden algo se podía hacer. Además, los diputados representaban a alguien o algo—un punto geográfico del país por ejemplo Golfito o Curridabat o a una estructura partidaria con metas, ideología y estructura. No es como ahora donde los “padres de la patria” no representan a nada ni nadie y pasan horas en debates banales de temas poco importantes.

La solución parece ser la formación de un par de partidos nuevos con lideres serios o por lo menos la formación de unas alianzas de varias agrupaciones y que haya acuerdo entre sí de acciones que urgentemente se requieren.

Un problema de los más serios es lo poco atractivo que es ocupar un puesto en la administración pública – los salarios no son muy apetecibles y el ambiente a dentro es derrotista y poco motivante. Ya el talento nacional no quiere ir a trabajar en el gobierno. Más bien llegan los menos ambiciosos con poca inteligencia. El resultado es baja productividad y errores continuos – esto es cierto en los tres poderes y también en los entes “autónomos.”

¿Cómo decidir por quien votar? Escoger no el que logra dar la mejor definición de los problemas sino el que presenta soluciones que parecen factibles. Hasta los loros pueden recitar los desafíos—pero pocos son los que presentan una perspectiva positiva con ideas nuevas para evacuar los problemas de siempre.

NOTAS ANTERIORES








© 2025 Republica Media Group todos los derechos reservados.